Solo al sol.
Sólo soledad
y silencio;
sólo soledad sin sudor.
Sólo sentado
a la diestra del sol.
Sereno día de ratos de azul
sosiega las sombras
tumbadas de plano
en solares sembrados
de ocres sin luz.
Suave sol de los ocasos,
aunque abraces albas
de neblinas bravas,
sólo sirves de acertijo
simple. Pero, ¡ay!, mi sol:
paladeo solo tu temblor
sin sentir acaso
que el temblor soy yo.
Siembra en mis ojos
del semblante en reposo
simientes de rayos asidos
a los cielos sin brío.
Girasol de otoños
de sedosos hilos
de amarillo fino
-apenas percibidos-
devuélvenos tus ortos
más al norte tendidos.
Solo y soñando sol
sentado al borde
de la Osa Mayor;
sólo sereno sentir
porque sí, porque sí.
Vicente Javier-F