Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







sábado, 19 de septiembre de 2015

En una noche cualquiera

En una noche cualquiera,
sin cualquiera de nosotros,
todos los astros seguirán sin pena,
todos los fastos lucirán sin tu ánimo
esquivo, sin mi triste motivo,
sin el peso vacío de un querer
estar activo, de un querer seguir tan vivo,
aun con los vientos de olvido,
en las noches sin conciencia.
En una noche cualquiera
nos ninguneará la esencia.



lunes, 14 de septiembre de 2015

Y aunque en esta mirada

Y aunque en esta mirada que recorre
campos se apelmace la tierra
con sus cantos blancos y barrancos largos
el sonido del mar seguirá llegando,
pues las olas tendidas me lo dicen alto.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Hoy

Hoy no hay sol que sea visible,
Sólo nubes de hojalata
Y un tambor que ronronea
Sobre ruedas de tractor.
Hoy no hay luz que sea del cielo
Sino nubes de latón
Que no filtran pues retornan
Todos los rayos al sol,
Y todo el tambor del tractor con su voz
Suena en el campo de ocres en flor.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Había tenido

                                                          A mi padre, para que pueda seguir en esa infancia que le reste.

Había tenido una infancia tan feliz
Mientras cedía…
Columpiaba sus ideas
Por algún lánguido empeño,
Al igual que aquellos pies de su niñez,
Tan desnudos tantas veces,
Elevaban su inquietud al infinito
Al coger impulso firme en el columpio.
Columpiaba su vaivén de ideas secas
Refrescando la memoria con imágenes tendidas
En las eras de una placidez cualquiera.
Y jugaba lentamente a que ataba en cada rabo
De la vida una lata impertinente
Que sonara con su estruendo casi ausente,
Y aprendía mientras tanto, sin saber desde hace tiempo
Qué verdad te salvará del salto.
Y soñaba que era incierto el crecer y crecer tanto
Para estar en ese trance de viajar hacia delante
Cuando el carrusel que montas ya dejó de andar a vueltas
Como aquel que el sueño añora.

Había tenido una infancia tan feliz mientras seguía.


martes, 1 de septiembre de 2015

Quizás el viento


Quizás el viento adivine
El volumen de mis dudas
Por el peso al recortarme
Cuando sopla de costado,
Cuando capte que mi cuerpo
Ni se mueve ni está quieto,
Aunque pueda parecerle
Que mis pies me pertenecen.
Quizás el viento se entere
De los lastres que uno tiene,
Tan pegados a los dientes
Que hasta el grito se detiene;
Tan pegados a mi sitio
Que no ocupo ni el vacío.


(*)Escrito en una tarde tras sentir intenso viento yendo por los caminos. Quise que me diera de costado por evitar su golpe de frente.  Ahí sentí la levedad que me contiene.