Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







martes, 17 de noviembre de 2015

Abdicar del vacío

Si alguien abdica del vacío
Perderá su reino incomprendido,
Creerá que aparte del espacio sin sentido
Otros bordes de mundos nos asisten.
Si quieren buscar el contenido fuera a parte
De la nada y de corrientes en el frío
Tendrán todo el camino;
si desean abdicar del sinsentido.

Aún era el vacío

Apenas hace un momento aún era el vacío.
Incluso mi pensamiento también vagaba entre fragmentos
De desgana. Ahora surges y hasta puedes ser un cielo,
Una enormidad que abarque los mil ratos
Sin sentido.

Siempre hemos buscado ausencias
Que igualaran nuestras calvas en el tiempo.
Desde que una célula fue capaz de multiplicar su desconcierto
Nuestras soledades fueron súplicas de un te quiero aquí a mi lado,
Emborronando los vacíos, como si así se aparentara
Un destino compartido.

Y el humano fue sociable, y hasta de este escrito
Tan escuálido surge un ser que me acompañe
(Y sería de agradecer que otros muchos entregaran su ilusión
Si están leyendo).

Ahora ya somos dos: mi intención casi animal
Por llenar la soledad, y tu pobre estampa,
Casi esclava, dependiente del criterio que me lleve.
No temas, apenas sabrán de ti, no más que de mi propia sombra,
Esa que tan sola se veía que hasta fue a coger papel
Y estampar unos semblantes que no acaban de crecer.
No temas, apenas sabrán que él –tú- sigue sin tener papel,
Aunque sin ti, todos podremos perecer por no haber tenido
En estima a ese ser que está al caer,
Inventándolo o buscándolo entre todos los que ofrecen bien.
Así que tú puedes ser casi que todos,
Y entre todos te hagamos crecer.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

La poesía

Si hay una cualidad que la poesía
tiene quizá sea
la de no saber que es,
que llega
sin resolver su quehacer
pues no sabe qué es.

Cómo olvida el tiempo



Cómo olvida el tiempo.
Ayer mismo ahí había árboles
Y una fronda, lo mismo hace décadas
Y siglos y eternidades.
Sin embargo, hoy lo difumina todo,
Se olvida el tiempo de ver los árboles
En el espacio, como si no quisiera saber
De la fuerza de su acción.
Deja al campo sin cobijo,
Arrasando la ilusión de simientes y de frutos
Que quisieron ser vestido de un paraje
Con olvido.

Vicente Javier-F


A Roberto Quevedo, para que siga admirando el clamor de la existencia.