Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







sábado, 31 de diciembre de 2016

Quizá solo un día

Cuando me vaya, quizá solo haya vivido un día.
Despertar, el grito inicial, llorar, comer,
buscar siempre a mamá, crecer, madurar –es un decir-,
Transitar… Todas las horas juntas de una sola jornada,
hasta que el propio sol te ve decir adiós.
Lo otro, esta nuestra forma de contar… No sé,
quizás  exprese mal. Si solo somos un suspiro en el estar.

Otra mirada

Otra mirada. Si acaso, otra mirada
que recomponga mi afán por sentir.
Entre todas las que –ahora- se pudieran dar,
alguna ya será capaz
de iluminar mi solar,
mi estado interior,
antes de volver a ser eternidad.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Es llorar

Cerrar los ojos –aunque sea por cansancio-  es llorar,
aunque abras tus encantos a una nueva realidad –después-.
Cerrar los ojos es llorar,
es sentir el acabarse de los soplos –parcos-
que te da la eternidad.
Cerrar los ojos y aclarar la noche.
Llorar sabiendo que ese párpado velado
es el plan para el final.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Escóndete de mí

Tiempo, escóndete de mí,
voy a hacer que no te veo.
Así te me ausentarás si creo
que no sigues tras los trazos
de mi empeño.

Tiempo, redúcete si puedes
a lo grato que me diste.
Así no olvidaré siquiera
que, por cierto, sí me sigues.

Tiempo, confúndeme si puedes,
no te sigo si me quitas el denuedo.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Ya pronto las calles


Ya pronto las calles serán de nieve.
Serán manto de cristales albos
donde acuses miradas
enteras de acero helado.
Tumbarán el rosa
que habitó en tu boca
con esa sonrisa
de franca infancia almidonada y ávida
por catar la ilusa
ajena blanca flor del azahar.


Cuando las calles blancas
dicten color de eternidad.

viernes, 4 de noviembre de 2016

Como si fuera en una eternidad

Cada retrato es un intento fiero por clavar el rostro y cada pose en el duro estar que no será -más-, en aquel ya fue que no volvió sino como engaño al ego, que siempre te querrá jovial y con rostro de saber estar, como si fuera en una eternidad.

(*) Nada más comenzar a leer "Carmen Martín Gaite, poemas", en una edición de Plaza y Janés donde se alternan poemas y retratos, luminosos retratos, clavados en el tiempo, clavados en un imposible presente para ellos, pues fijaron la pose en un instante -final para aquella realidad-.

domingo, 30 de octubre de 2016

La noche, señora Noche

La noche, señora Noche,
vestida de opacas flores
-aromas de oscuros dones-.
La noche, señora Noche,
extracto de eterna duda
de todo lo que será.
Señora de largos bucles –oscuros-,
de bordes de inmensidad.
Señora, perfil que asombra,
¿por cuánto nos velarás?

Los sueños de los peces

¿Tú ya sabes si los peces pasan hambre
de más sueños todavía?
¿Sabes si se nutren de esa suerte
entre remolinos varios que se encuentren?
¿Sabes?
Y también es importante:
¿sabes si los sueños son clementes?
Allá por las aguas bravas; allá entre los bancos
prietos o entre los solos peces dolientes.



miércoles, 19 de octubre de 2016

Peladas palabras

Peladas palabras
en torno al rincón del silencio raspado;
peladas si hablan
de aquellas peladas las ramas.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Nuestra propia Edad de los metales

Cada uno ya tuvimos nuestra propia Edad de los metales
con aquellas lágrimas de plomo resbalando
por cada frustración mostrada en las mejillas.
Pesaba el agua del dolor salado, el agua de las gotas
que cerraban los párpados sin cielo,
pesaba como el plomo de las balas que luego la inquietud
temblando en las edades que restaban lanzaría,
sin muestra de sentir que nos dolían,
sin rastro de importarles nuestros días.

Aquella nuestra Edad de los metales muy pronto
De óxido la cal de nuestros huesos marcaría.


viernes, 7 de octubre de 2016

Mañana se irán mis aires

Mañana se irán mis aires
por el aire que no vuelve -ya-;
irán –también- al surco de los vientos
invernales,
de tal frialdad que extiendan
el olvido
por el hielo que habrá sido
toda la eternidad.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Cada pueblo

Cada pueblo tiene su silencio,
sus propios muertos.
Cada pueblo guarda su polvo y su ceniza,
el polvo entre los siglos,
el polvo del camino -siempre
tan vencido; siempre pertinaz
entre los vivos.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Cómo dejas caer

Cómo dejas caer las gotas de tu tiempo
(cómo escurren tus gotas en el tiempo),
en el leve instante en que decreces.
Cómo sientes que se pierden y te eluden
las vaporosas horas, marcadas todas
con la impronta de las gotas de sudor del infinito.

lunes, 22 de agosto de 2016

Vienes de decir algo

                                              (A mi padre, un verano después de que se fuera)

Vienes de decir algo:
tu padre se ha ido al viento.
Te quedas esculpiendo las palabras
del lamento.

Vienes de sentir tanto…,
para casi nada,
para que tu sombra quede siempre inacabada.
Una sombra no se encierra en las palabras.
Suelen resistir tanto (las negruras de su hechura)…
Sin embargo, duelen. Son negruras espantosas,
como un dolor espectro de lo que será la muerte.


Y ya, callado por ella, dejarás de decir algo.

Una penumbra

De entrada, una penumbra.
Era el estilo de la propia duda.
Seguías y el camino se obturaba.
Tanta penumbra alzada…

De entrada, la inquietud era la seña.
Te movían los anhelos por sentir
la curva de la luz
sobre tu ser.

¡Aquella penumbra insana!
Te movías y el candil era tu duda,
con esa pobreza innata de ser entre la nada,
entre verdades varadas, aunque -acaso-
nunca fueran surcadas.

¿Volver? Te preguntas
el porqué.
Nunca se vieron claras
las inquietudes quebradas.
Siempre actuó velada
la noche que acompañaba.

lunes, 15 de agosto de 2016

El cielo nace

El cielo nace
con vapor en sus entrañas.
Si se presta suele
resolver que nazcan
extrañas formas en alza.

jueves, 11 de agosto de 2016

La propia noche

La propia noche lee a oscuras
las distancias que la abruman.
Lee en alto y gira en torno
a lo oscuro de su tono.

miércoles, 27 de julio de 2016

¿Por qué canta?


                                                       (Y cantó la tórtola en mi asombro)

¿Por qué canta la tórtola encerrada
En el propio aire que la envuelve?
¿Por qué suenan carencias
Que reclama?
¿Por qué cielos se encumbra
Si sus propias plumas no la siguen
En la altura?
¿Por qué calla la tórtola si asusta
La quietud inmensa
Del silencio?
¿Por qué el cielo no arroja
Crisantemos blancos de silencio
Que recubran túmulos del aire,
Del por siempre aire que no teme?

martes, 26 de julio de 2016

Les han salido calvas

Les han salido calvas
a los pueblos de mi infancia.
Les he notado brillos
de algún que otro vacío.
Calvas en las calles,
que escurren la memoria
por cauces que se escapan.
Recuerdo aún mis uñas
allí mismo clavadas,
fijadas a los polvos
del suelo en el estío.
Calva en la memoria,
virada hacia el olvido
de aquellos que no sienten
lo que un día –acaso-
supongo que cedieron.
Calvas en el cielo
que cubre pensamientos,
ya sin el cobijo
de ser niño con tiempo.
Danza en la memoria
que gira entre suspiros.
Le están saliendo calvas
al tiempo que me avanza.

domingo, 24 de julio de 2016

Versos en sus trazos

                                         “Aunque viajemos por todo el mundo para encontrar la belleza, 
                                           debemos llevarla con nosotros o no la encontraremos”.
                                           R. W. Emerson


Sigo viviendo en el país que dan los libros.
Lloro, escribo y gimo sobre sus renglones.
También en el verano calmo
se  me enredan sus quimeras.
Recorrer sus sendas persiguiendo las columnas
de los versos, ora enhiestas
ora esclavas del vacío
espacio frío.

En esta estación del alma no saldrán los trenes
a la madrugada. Sus vagones cama
sueñan alboradas desde ventanillas claras
sobre el brillo de raíles desnortados.
En esta estación con alma
la quietud es la que clama.

En esta calmada estancia silba el tiempo
por los álamos del paso.
Álamos del campo alto, yo los quise tanto
que el papel que mancho –fibras de su
encanto- sabe recordarlos.

Un pañuelo blanco en mi desembarco
nuevamente al aire del país que abrazo,
del país que guarda
versos en sus trazos.


Vicente Javier-F

jueves, 21 de julio de 2016

Rincón de rosa leve

Rincón de rosa leve
que aguanta los vaivenes
del aire que se extiende.
Rincón que verde quiere,
su ausencia más lo hiere.

domingo, 17 de julio de 2016

Piel dormida

No hay piel si no se ha dormido,
si no marchita sus capas
en las horas del delirio.
Después cubrirá su escama
con otra piel del olvido,
con un oscuro tejido,
y con la boca del aire
que tiende a dejarte frío.
No hay piel si no se ha dormido
al olvido de los siglos.

sábado, 16 de julio de 2016

Ahora huelo


A mi hermana, Cristina

Ahora huelo
El calor tras el descanso del quebranto del verano.
Ahora siento
El perfume del jazmín sin tener que imaginarlo.
Ahora siento
Vibrar los grados que se suben a lo alto.
También seguiré los trazos
De la luz en su boato,
allá en el azul cobalto
Que ahora el cielo
Nos quiere dejar de abrazo.

Vicente Javier-F

(*) Cuando joven me atraían los sonidos de Triana y Alameda –sobre todo; junto con Medina Azahara y Lole y Manuel-. Aún no había contactado físicamente con el sur. Mi hermana me suele recordar la cantidad de veces que yo ponía esos sonidos del sur en mi habitación. Aún me canta perfectamente la letra de la canción de Alameda “Aire cálido de abril”:

Como el agua que en la fuente
fluye limpia y transparente (...)
Fueron tus besos para mí
vida y aroma de jazmín (...)

Vino a mi mente un resplandor
sentí del fuego su calor
y conocí una esperanza nueva.
Sentí pasando sobre mí
el aire cálido de abril
y caminé despacio y en silencio...


Pues bien, nunca sentí pasar sobre mí ese “aire cálido de abril” en este norte en el que me tocó transcurrir, no en abril, ni casi en mayo, ni...

Hoy dieciséis de julio empezarán a subir los grados. Pero hablo del tacto de agrado del aire en su calidez, no de abrasamiento. Ayer mismo, en mi recorrido al trabajo pasé por tramos de 4,5ºC. a la madrugada (y hablo de unos 550 m. de altitud, no de alta montaña, que se podría esperar).

Así que este es el contexto de la foto y mi sentir.


Otras ruedas

Las ruedas que no aplastarán las almas,
con su morro de madera y tacto,
con su traza de guiar sensato.
Ruedas que trazan silencios
por las avenidas mansas,
por los bulevares calmos
de aquellos lejanos juegos.



(*)Este camión de madera se lo hice a mi hija hace unos años. Quizás no le entusiasmó la idea, pero lo que es seguro es que ahora vemos que alguien no debió guiar sus manos ni su intención descompuesta sobre un camión que fue peor que fiera.

miércoles, 13 de julio de 2016

El tumulto de los días

No hay nada como un tumulto a expensas de la vida.
Que vengan y que vengan días
con su galope fiero
envueltos ya en el polvo
que lo será del final.

sábado, 9 de julio de 2016

Sobre hilos de nada

Ponemos los pies sobre hilos de nada,
sobre hebras que un día nos fueron trenzadas
con hilos de sedas extrañas.
Un pie, una montaña. Volcanes secando tu lava.
Ponemos los pies en el canto del alba,
las horas se acaban. Eran de lava,
y tanto quemaban.
Ponemos los pies. Nada de nada.




martes, 5 de julio de 2016

Con las horas

Firmaban armisticios con las horas,
descargando la presión de los instantes,
que se saben emboscados
por el hecho inexorable del final.

viernes, 24 de junio de 2016

Se nos van los veranos

Se nos van los veranos, que no esperan.
Cuando niños, arrollaban sus maneras.
Hoy su seda estéril envuelve la inquietud que los contempla,
como en un aviso inútil de que, finalmente,
arderán tus ciclos, tal y como eleva su calor
ese sol que ya no espera.

miércoles, 22 de junio de 2016

Ningún espacio te acoge

Realmente, ningún espacio te acoge.
De tal manera te ignoran
que habrás de amoldar tu ser
a esa intemperie insensible.

Será el calor, será el sopor, el frío viento,
el mar de nieves, la lluvia intensa…
Serán los altos, los valles hondos, la cruda estepa;
será lo verde, o aquellos ocres, la extinta selva,
la arena en dunas…
Serás en medio de las durezas.

domingo, 12 de junio de 2016

Durmiendo la quietud del día

He dormido la quietud diurna
con los párpados que hacían de trampilla
impidiendo usar la luz.
He dormido el interés por estar bien,
que resulta se lograba sin saber del plan del día.
Una y otra vez los minutos a mis pies,
transcurriendo en un sedoso transitar inmóvil
por las calles de los sueños irresueltos.
He transportado un peso que me hacía un rezagado,
sin querer seguir las horas de los usos que, aun cabales,
me atropellan.
He despertado al día sin saber si seguiría.

lunes, 30 de mayo de 2016

Escribir la lluvia

Puedo escribir la lluvia
goteando perlas que se escurran,
o puedo describirla usando
sustantivo y verbo derramados.

domingo, 15 de mayo de 2016

Los días de la espera

Se extiende lluvia en estos días de la espera.
Persiste la inquietud en los aires
que se elevan sin saber de su carrera.
Eternamente se elevan, se enzarzan y vuelan.
Descargan, como llevan descargando sus soplidos
desde hace ya un eón de estíos.
Yo creo que se elevan sin importarles siquiera
que aquí en el suelo nuestras bocas secarán la espera.

sábado, 30 de abril de 2016

Los sueños también respiran

Los sueños también respiran mientras luchan
Con las sombras. Jadean, serenan, respiran.
Cuando el leve terciopelo azul nocturno
Se desliza en la textura de las horas
Que agrandan la quietud deudora, entonces
Apenas oyes esa leve inhalación que fluye.
Respira el cielo en tu bóveda del sueño
Como queriendo dormir el tiempo
Para que pase sereno.

No siempre pasan con tiento –los sueños-
Gritos del tiempo; los tiempos –gritos sin sueños-.
A veces se eleva el aire como ciclones de miedo.
Respira entonces solo el estruendo;
Respira inquieto como dolor abierto –el sueño-
Miedo sin dueño-.

viernes, 8 de abril de 2016

La edad de los olores

He transitado por la edad de los olores
perforando recovecos de memoria
con efluvios de soñar.
Cada olor tiene su edad.
Una edad para aprehenderlos
y otras más para llorar
cuando asocias cada objeto, cada sala, cada casa…
cada río, cada flor… con las gotas de rocío
que resbalan por tu voz,
porque sabes que hay aromas que transportan
más allá de tantas puertas
que no se van a entornar –siquiera-
para que tu niñez de ahora resuelva
envolverse en esos vahos de la edad,
en los efluvios de unas marcas
que te vienen desde atrás.

domingo, 3 de abril de 2016

jueves, 31 de marzo de 2016

Los roces y los días

¿Por qué los roces con los días hieren
cuando el polvo leve de la luz se crece?
Luz que nace del tirón oscuro, burdo,
cuando el propio humo de la noche yace.
 ¿Por qué los días sin saber de heridas juegan
con la luz que amplían; con la luz que mecen?
Parecen perdidos. Ahora vestidos con claros motivos
y luego más turbios que un astro sin bríos.
Parecen decirte que hoy te cobijan y poco te esperes
cuando hablen crujiendo con fondos de nieves.
Serán polvo de cristales fríos todos sus motivos.
Si acaso hubo días de trato liviano
hoy penan sus horas sin el toque claro.
Tristes se habrán quedado.
Polvos estelares albos.
¿Por qué será que hieren
los días que vienen?

lunes, 21 de marzo de 2016

hoy cumple los años

Hoy cumple los años la primavera.
No se da importancia. Moja un poco, sopla vientos
y, sin darnos cuenta, todo se regenera.
Hoy viste las luces la primavera.
Creo que a la noche la desespera,
primero la duerme
y luego la merma.
Hoy sopla candelas sobre los hielos.

jueves, 17 de marzo de 2016

Se me va la vida en las palabras

Se me va la vida en las palabras,
se me van los días con las tramas pronunciadas,
con aquellas que sustentan el rumor
interno y lento,
con las otras que dibujan la grafía
de mis días.
Se me van las letras bien derechas
sin saber si acaso son dichosas.

viernes, 4 de marzo de 2016

Y entonces vinieron las palabras

Y entonces vinieron las palabras todas a tu boca
graciosa, cuando huyeron del vacío atosigante
comprendiendo que mejor era el dislate
que un rumor sordo inconstante que derrumbe
las palabras que me arrullan.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Zócalo y tiempo

Miradas al tiempo.
Desconches que fueron lisuras de estreno
y hoy con la luz solo son desenfreno
del aire que sopla, del tiempo que arroja
los granos de todo al granero del polvo en suspenso.

lunes, 29 de febrero de 2016

Nombres para el recuerdo

Son nombres para el recuerdo
aquellos que fueron soplo
que luego cupo en el cielo.

Sobre labios en el tiempo

Hay nombres que citan cielos
como algunos que recuerdo
y hay otros que corren velos
sobre tiempos que sostengo,
sobre labios en el tiempo.


domingo, 28 de febrero de 2016

Quizás sabré

Y no lo sé.
Dormirme quizás otra vez haré.
Y no sabré
si en tanto que duerma el alma quebrada la pierda otra vez.
Quizás sabré
si el quedo nocturno desplante es campo ganado o es muerte que llega
por noches y días saltando.



jueves, 18 de febrero de 2016

Me da la sensación

Me da la sensación de que el silencio también es triste cuando se extiende pleno. Entonces, su gran celebración es la apatía, una forma de estar sin alharacas, siendo ligero, pesando poco por no herir los semblantes de la gente.

martes, 9 de febrero de 2016

Era árida la espera

El viento levanta el polvo en esta estepa.
Nubes granulosas que la atmósfera succiona.
Ya no hay modo de ver con nitidez.
Cientos de caminos, de veredas en tu espera
ya son campo que no lleva.
Ahora la nube entera de polvo te contiene.
Polvo como eres,
aún mezclado con humores
que te tienen.
Líquidas canciones de la sangre altiva a borbotones
por sus ríos, venas y caudales.

Habría que tener en cuenta los pasos dados por el lodo,
por esa textura blanda
que aunque hundiera entre los fangos agradaba la pisada
y aún te recordaba al líquido que unía y que ligaba
sensaciones en tu espera.

Todavía surge vida que te lleva
y es el propio flujo  el que te acerca
hasta los ojos que contemplan
ese polvo indócil que ya vuela.

Era árida la escena. No más seca que la espera.



lunes, 8 de febrero de 2016

Hay algunas noches

Hay algunas noches de apatía espesa,
De dolor oculto, escamoteado y sordo,
Sin mostrar señales de animal o monstruo
Ni en el arduo sueño ni en el propio lecho.

Y también existen noches de afición extrema
Por la vía inquieta, casi indecorosa,
De abrazos mortales y sonidos fieros.

Hay algunas noches quietas, sin consuelo.
Y hay algún denuedo por sentir entero
Todo el largo cielo tapado en un velo,
Curvo, ciego. Cielo tras la noche
que se oculta queda.

miércoles, 6 de enero de 2016

Sobre lágrimas

Si escribes sobre lágrimas
que sea haciéndolo desde tus dedos húmedos,
esos que habrán sentido largo reguero líquido
que va contigo.

Si escribes sobre lágrimas, moja tu estilo.

domingo, 3 de enero de 2016

En el mar si buscas

En el mar si buscas hallarás despacio
todas las aguas que vaciar tuvieras
para seguir sin tener
el tesoro que es tu propio ser.

El plomo también

El plomo también tiene que pasar tiñendo 
El vapor entre las nubes –metales que se vuelan-.
Y del plomo caerán sonrisas
Grises como lágrimas fecundas.
Y del cielo surgirá clamor oscuro.
Y la tierra beberá el susurro.


viernes, 1 de enero de 2016

Tengo una tristeza verde

Tengo una tristeza verde (pues supongo
Que la poblará algún brote).
Tengo una pereza insomne que me pone
De rodillas en el borde
De la inapetencia torpe.
He podido tener goce
Mas salí bien disconforme.
Tengo una tristeza enorme aunque cabe en los renglones.
No me la entretengo más por si suben las acciones.
Puede que se suba el verde. Quise ver que lo contiene