Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







lunes, 25 de diciembre de 2017

Has temido cada noche

La niebla estaba por el río
y ha subido,
como suben los temores a la noche.

Has temido cada noche
porque crecen los puñales de lo oscuro
y te punzan
en sus horas trasojadas
que confunden las materias
con las almas que se esconden
entre sábanas
y olvidos.

Has temido las carencias
como temes las palabras
sin destino.

Ha subido ya la niebla
y se ocultan
las palabras
que no digo.

domingo, 17 de diciembre de 2017

El festín de las briznas

Unas briznas presumidas,
confundidas por las gotas
que pretendan un abril que sueñe ahora.
(No les será dado.)

Se enamoran del festín del agua clara
y les gusta revivir
la querencia por las formas
de las nubes tan volubles
que emocionen
la inquietud de sus deudoras.
(Y se quieren engañadas.)

Y reviven
sin sentir a los ocultos segadores
de un blanco cristal de hielo.
(Las dejamos presumir.)

jueves, 14 de diciembre de 2017

La ternura de las brumas

Quiere la ternura
de las brumas
levantar un testimonio
de agradable sintonía
con la luz que está cohibida,
antes, claro, de que pueda
levantar su hechura el viento.


lunes, 4 de diciembre de 2017

Los Estratos Unidos en el Aire

Se han creado los Estratos Unidos en el Aire.
Y tú puedes idearles formas, bordes, fronteras.
Es un estado más bien gaseoso ese de su formación,
vaporoso. En cuanto surjan aires de otros lares
seguirán camino lento,
más bien como de abandono.
Tocarán los vientos a rebato
y hasta puede ser que no prosperen
los Estratos Unidos en el Aire.

viernes, 24 de noviembre de 2017

Con las lunas encogidas

Con las lunas encogidas
por una mirada antigua,
por una retina a punto
de someterse a un río
de lavadas impresiones.
Lágrimas en lunas frías
como rogando al cielo
de tanta sobrada noche
estelas de aquellos soles
que los recuerdas vencidos.
Ahora los sueñas densos
cuando sus hilos conforman
caricias que apenas rozan,
suspiros que apenas miman
tus sentimientos forrados
de abrigo de piel de estío.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Por las gotas de la nube y de las plantas de esos pies sin esperanza

Ahora, al bajar de aquella nube densa y blanca,
no siento mi pisada clara
sino ambigua entre los suelos
que administran pataleos,
cuando no revueltos miedos saltarines,
ocultando su delirio entre las piernas
que amenazan duelos, fiebres por las calles,
por las mismas que fundaran otros seres
con heridas implacables
en sus manos,
en sus frentes,
en cada bocanada de un oxígeno turbado
que aspiraran por lo oculto en la deriva semiarmada
entre la gente.

Ahora, excuso recordarlo y ponga pie aunque sea esquivo,
ponga pie meditabundo
en el suelo casi blanco
por las gotas de la nube y de las plantas
de esos pies sin esperanza.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Volverás a la noche

Volverás a la noche
como vuelven los zumbidos al oído
a gritarte que la noche es todo un manto
recubriendo los dominios desasidos de la luz.

Todavía caeremos en las horas densas
como brea que te pega a los pigmentos impulsivos
del negruzco discurrir.

Todavía seguiremos casi a oscuras,
sin saber si nuestros pasos
serán huella sobre tierra en la tiniebla.

Dormir las horas —también de día—
para no dejar resquicio que te agrave el abandono.
Levemente despertar para sentarse al borde
de ese oscuro precipicio que confunde a los dolientes,
que confunde oscuridad con el mismísimo semblante
de la nada.

Adoradores del otoño, solo veo un párpado cansado
que se baja.
Adoradores de las horas casi a tientas que nos quedan
entre todas las auroras,
quema la oscuridad que vuela
y vuela,
y apenas descubre los días,
que duermen pegados al sueño de un día que sea volar
de las horas cualquiera.

Se sienten oscuras las calmas,
sin un soplar de luz que abrume
a esa cama de la luna.

La noche es ya clausura,
como celda de los ojos
de la vida.



martes, 7 de noviembre de 2017

Haremos recado al sol

Haremos recado al sol:
quedaremos sometidos
al color
de su pasión.

La nube será la lona
que nos tape
del fulgor.

Las gotas…
Las gotas harán cosquillas
a la dermis que proteja
nuestro don.

¿Y luego?
Y luego
vendrá el pavor
cuando ya solo nos queden
sarpullidos del frescor.

¿Y luego?
Y luego
que salga el sol.


viernes, 3 de noviembre de 2017

El viento es aliado del meneo

El viento es aliado del meneo,
no hay nada más que ver
todas esas hojas saltarinas,
en un vaivén tan caprichoso
como amargo el desenlace
que ya ven por las cunetas,
o en las cavas,
o en los charcos
cuando venga por detrás el salpicar
de las lloviznas o el crujir
del aguacero.
No hay nada más que ver su peso enloquecido.

martes, 24 de octubre de 2017

Tanto como merece

Hoy tendré que apenar por mis impulsos
y callar,
después de soltar palabras
que juraban lealtad a los intentos
por decir algo cabal.

Hoy tendré que denegar presencias
en el aire.
Tanto prescribir lo dicho de uno mismo
y su torpe despertar,
y su idiota nimiedad…

Mas puedo seguir hablando, escribiendo
y dejar la conclusión para más tarde,
para un tiempo ya exigente
que me lleve a desazones —como esta—
no más que por oír y verme
en el nuevo trance de seguir.

Hoy tendré que concluir
si el silencio me compete tanto como merece.

domingo, 22 de octubre de 2017

El domingo tiene pinta

El domingo tiene pinta
de galán de la semana
recostado en el diván del calendario,
pensativo, con la pose de atraer siempre a los mismos,
a cualquiera en desvarío
que amenace con las ganas de amarrarse en el vacío.
Le dirán que es pasajero,
que la pinta de sentirse interesante es más que tuna,
más que nada una canción
silbada por encima de los dorsos
de otros días,
infestados del quehacer que no se planta
a la sombra del domingo pesaroso y engreído,
recostado en sus maneras
somnolientas
descaradas
y tramposas:
sabe bien que se degradarán sus miras.

sábado, 21 de octubre de 2017

El propio párpado nocturno cierra

El propio párpado nocturno
cierra
el velado intento de las luces
tiernas
por tensar las fuerzas
de tendencia
clara.

domingo, 15 de octubre de 2017

Todos huimos

(Hoy por el camino los pájaros se alborotaban por los ruidos de los tiros. Todos estábamos expuestos)

Todos huimos, por el ancho suelo,
de los desencuentros.
Todos marchamos con la herida dentro,
y aquí el que se queda quieto, ya sabemos,
casi que está muerto.

Hay una búsqueda pendiente,
un renglón por rellenar,
un llegar hasta la orilla como espuma
y tocar la suavidad de la arena apelmazada,
quieta, siempre por despertar,
y mojar los arenales con la espuma del vagar.

Cada vez más honda

El tiempo escarba, cada vez más
honda, una madriguera
en mis adentros: recogimiento.

viernes, 13 de octubre de 2017

Gritando con colores

Para qué decir lamentos
con los gritos que se escapen
a ese aire ceniciento,
para qué insistir en ello
si gritando con colores
se traslucen
los delicados momentos.

domingo, 8 de octubre de 2017

Paliza de sol

Eppur si mouve, Galileo Galilei
(Ante una verdadera paliza de sol por un instante)

Cómo me abofetea el sol en la mejilla
con esa inclinación que adopta,
lejos ya de los dominios encendidos
del solsticio.

Cómo me reconforta estar vencido en la pelea,
sometido ante sus rayos, más bien tímidos que altivos.
Y sin dejar de ser un reo ante su embate, noto

cómo se descompone al fin este momento
de feliz paliza que me anima.

Cómo se desparrama ahora ese hatillo de los rayos
por el ancho de los ángulos que ignoro.
Ya se fue con su pelea y me ha dejado en desconsuelo.

Cómo fueron sus tenazas adheridas a mi pómulo anhelante.

Cómo añoro lo que fuera un decorado por mi rostro,
cada vez más pedigüeño
de esa especie de agresión tan excelente.

Es lánguido el caer en la desidia

Es lánguido el caer en la desidia
sin amparo
en un domingo esplendoroso
que transita hacia su ocaso.

Pasa el domingo
con su tafetán de sedas y agrado,
gasa que aspiro;
vuelo dormido.

Pasa
como el suave atardecer de cada instante.



lunes, 2 de octubre de 2017

No vuelvas al mañana

No vuelvas al mañana
si te agobia entretener el todavía.
No estires la semana
si en el aire apenas se respira
la subida adusta
de este día.
No empeñes los matices áureos que te excitan
por el blanco níveo del vacío.
Quédate a vivir estos instantes
como si estuvieran prestos
a dejarse envenenar
en el momento,
y la cita fuera irreversible.



Esta es mi casa

Esta es mi casa; estoy doliente
por no quedarme en ella
y alargar la espera
de volver a verla.
Esta es mi casa con pared de arena
y no puede retenerme
cuando el viento es sombra
que puebla las horas
y sopla corazas
que lento desgasta.
Esta es mi casa, mas al fin, no tendré casa
cuando la coraza sea solo escarcha
sea solo hielos, sin calor interno.
No te desprendas,
arena que aguantas
esta morada;
inquieta está el alma.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Entre cielos

(Entre cielos: la ida, la estancia y la vuelta)


Desde un suelo abigarrado
con su cielo
de querer llegar a él
entre tantos pasos dados
por doquier
entre tantas plenas ganas
de marcar huellas de pies

y otro cielo que adormece
las que a punto están de verse
por los suelos
por los sueños
de otra vez volver a verlas
por las ramas
por las ganas
de alcanzar el cielo a veces

por las altas torres blancas
por los surcos
o disgustos
de los pasos
que no des

sábado, 9 de septiembre de 2017

Cuando a veces siento triste la profundidad de la garganta

Cuando a veces siento triste la profundidad de la garganta,
que no traga sino anuncios
de gremial desesperanza,
porque todos somos héroes de la espera
con ese empeño ciego matutino
que, en el fondo, reseca la garganta.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Te vas

Te vas
haciendo la maleta con rencores.
Si me turbas
hazlo con las púas que se oponen
a la blanda recompensa por las horas
que rozaron los amores.



lunes, 4 de septiembre de 2017

Nadie

Cuando alguno somos nadie,
cuando nadie nos concede
ni un tributo ni una suerte
ni un sentir que estás presente,
que te arrimas a los otros
como arrimas tus momentos
a la nada indiferente que te espera,
cuando ya no seas nadie.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Melancolía


(El fulgor y este descenso hacia el ocaso)

La tal melancolía habita
recostada en estas nubes
como sillas,
con sus patas apoyadas
en las cumbres.
La tal melancolía nutre
vaporosas brumas
en la vista dolorida,
aquejada de una falta estricta
de una atmósfera distinta,
no más pulcra, no más fina,
no tan nítida ni altiva,
sino acaso una caricia
de película de aire
que contenga todas juntas
—las atmósferas perdidas—.
Melancolía.



jueves, 10 de agosto de 2017

Que marchó emanando frío

¿A qué huele un instante que se pierde,
un instante que ha dejado —incluso—
de ser antes?
Huele acaso a sensaciones imposibles,
a una atmósfera perdida que otorgara
leves toques engañosos de momentos retenidos
en acuífera memoria,
en las notas de ese lloro imperceptible
que sucede aunque creas que no es nieve
ese blanco espacio yerto
que marchó emanando frío.

Otra vez las nubes

Otra vez las nubes,
de nuevo subiendo a los sitios más altos,
atmósferas frías
y claros que quedan
bastante cerrados.
Párpados de vaho,
retienen al iris azul despistado
oculto, distante.
Si me dijeran las nubes qué empeño reclaman,
qué tul entretejen que nunca se acaba.

jueves, 3 de agosto de 2017

Patas, lo profundo de su marca


Hay unas inquietas patas de correr,
otras, clavadas, hincadas como varas
que fijaran su intención en cada suelo,
firme, señero, guardando la memoria
de otros pies que ya se fueron.
También clavan las piernas
su memoria equilibrada.
Entre piernas y patas
se va la mirada
y la suave intención de que corra la calma
y siempre el deseo de ver en el suelo
que cunda la marca.
Patas, piernas como patas;
patas como patas;
marcas, pies de las semblanzas.

viernes, 28 de julio de 2017

Algún día seremos astrofísicos

Algún día seremos astrofísicos
de nuestras nebulosas.
Aún cavamos fosas del cimiento emancipado
que sostenga nuestras dudas.

martes, 18 de julio de 2017

Sin lugar

¡A dónde vas a ir que el sonido importe;
sonido de tu queja irreparable y torpe!
¡A dónde quieres ir que el afán te empuje
y domine la exigencia de otra triste cumbre!
¡A dónde los lugares te parezcan triunfo
sabiendo que tu savia te afincó de nuevo
en ese quedo suelo de ceniza entero!

domingo, 16 de julio de 2017

Cuando caigan esas letras por el espacio vacío

(Mirando aún los libros)

Me queda tiempo para repasar los lomos y portadas
de los libros que se apilan en cualquier soporte anclado
a los suelos que notaron mis pisadas.
Miraré los libros con sus letras resaltadas
componiendo las carátulas estancas.
Ya no sé si se abrirán sus páginas.
No percibo si serán un buen abrigo
para el tiempo que me quede de retiro.
Ya no sé si la pasión alcanzará las yemas de mis dedos
y pasarán las hojas como hicieron cuando aún
sentían brío —tampoco mucho; todo hay que decirlo—.
Cuando caigan estas letras por el espacio vacío
de un deseo ya vencido, no será sino un derribo
de mi propio corazón sin tino.




Las miradas de otros siglos

Eran parroquias o anteiglesias, de traza más bien restringida a las miradas de perspectivas ya secas, como enmarcadas en un cansancio escrupulosamente antiguo, salidas de un rumor de siglos, donde todas esas piedras de sillar ennoblecido habrían dejado emparedadas las celadas, las espadas y cuchillos, las ventanas y postigos; las miradas de otros siglos.


Iglesias, ya secas, rumor, pertenecieron, siglos.


(Sacadas de una toma fotográfica  que, azarosamente, puso ante mí esas palabras del poemario “Arderá el hielo”, de Ilia Galán.)

miércoles, 12 de julio de 2017

Del mar

Del mar, vienen del mar
todas estas nubes que ya alcanzan
superficies tan lejanas de la mar.
Traen el color del salitre
y de esa blanca espuma sonora
de todas las olas.
Mira las nubes.
Son del agua,
de los dominios mojados que juegan
a echar en el aire enredos etéreos
de vahos que se tumban
posando sus panzas
en vagas corrientes
y miran los valles
y rascan las cumbres
y saben de ríos
que añoran favores.




domingo, 9 de julio de 2017

Un encerado de trizas

Tengo un encerado de trizas
donde anoto los repasos de la vida.
Con mi borrador de añicos lo suavizo.
Caen los polvos de la tiza que se sabe ya ceniza.
Blanquecinas trizas. Diminutas compañías incisivas
en espera de una brisa que las lleve a los cuarteles de desechos,
aunque no me recompongan suaves superficies amplias en el trazo de la vida.


jueves, 29 de junio de 2017

Ella también

Ella también es poeta
y dice que escribe
con la punta de los días.
Suave encierro entre sus yemas.

sábado, 24 de junio de 2017

Te embrutezco un poco


Si quieres, te embrutezco un poco,
te doy un abrazo,
te rozo los labios
y, poco a poco, te extraño tus ratos,
animalizando un tanto
ese otro trato que dicen humano
y viene hace tiempo
rozando finuras de guerra,
de espanto; de hambrunas espesas,
que arañan y arañan.
Así que, si quieres, te embrutezco un rato
y que quede y que quede
mi trato de humano.

domingo, 18 de junio de 2017

Los pueblos con verano de la infancia

(Aquel calor en los días de la infancia. Veranos en pueblos que no eran el mío. Aquí, la pubertad, en Anguciana, Augustiana Castra, La Rioja. Los veranos de la niñez, todos, habían transcurrido en Sajazarra, misma provincia. Estos recuerdos transcurren en un ambiente de pueblo y campos de regadío, por contraste al mío, de pleno secano. Sigo sintiendo la quietud pesada y polvorienta del secano; lo húmedo lo extraño, me retrae, salvo el pleno azul de La Costa de la Luz.)


Hacía calor en los pueblos con verano
de la infancia. Había choperas
y una larga sombra en ellas
que no aciertas a sorberla.
El río era sombrío: las pozas, los sotos:
marañas de la umbría.
A veces, los claros entre bóvedas de chopos
nos servían.
¡Jesús, que agua más fría!
Y otra vez al polvo seco del camino y de los
días. Polvo en los terrones de las fincas,
siempre pedigüeñas.
Manos que retiran los abrojos y las hierbas,
tubos con su agua en regadío,
hoces que no cortan, es que nuestras manos
son regadas por la savia todavía de la infancia.
Siguen las jornadas siendo largas,
bájate a la cuadra,
siente los hocicos y el gruñido de los cerdos
y las vacas.
Siguen siendo largas —también—
las calles que te llevan a las plazas.
Ruedas que se escapan,
bicis que recorren la esperanza.
Digamos que lo externo no reclama,
ni sabes lo que pasa.
Todo era verano y siempre en danza,
salvo alguna quietud
impuesta por el alma recogida
en los temores que atenazan.



sábado, 17 de junio de 2017

Seco viaje

Encalla este viaje.
Los huecos vacíos
la estancia quebrada
la tierra que ampara
—y solo la tierra—
los roces al alba
las hierbas sentadas.
Tantas, tantas…
Todas son cama.
Viaje en la nada.


jueves, 15 de junio de 2017

Cómo me desconoce ya

¿Ves la ciudad? ¿Notas cómo me desconoce
ya? Y esas florecillas no se acaban,
sus simientes las relanzan.
Siguen vivas, amarillas,
sonsacando los colores
a los meses
que más brillan.
¿Notas cómo
lo resalto
ya?

martes, 30 de mayo de 2017

Y tú

Y tú,
¿Sigues diciendo
que las ventanas no cierran
y penetra el exterior como corriente
revuelta,
tú,
que has rendido tu virtud
encadenando los miedos
a un extraño estar ausente
del pulular de lo externo?

Y tú,
¿has visto el color ameno
otorgado tras los quicios
de los portones
de encierro?

Sangre sin cielo,
alma mordida en profundo suspiro;
sangre que encierra
nociones de encuentro,
forzando un reguero que expanda
la fuerza que oprime tu celo.

Y tú,
¿llamas de nuevo;
sabes de encuentro?



domingo, 21 de mayo de 2017

Colócame en la boca

Colócame en la boca un algo,
acércame una rama de romero,
colócame una punta de esa fresa
y así, creyendo que me besa,
me atrevo y reconozco que es tu beso
aquello que se posa en mi deseo.

jueves, 18 de mayo de 2017

Otros pájaros

Se escuchan trinos de otros pájaros
distintos a cuando yo era niño.
Aquellos habrán muerto.
Yo también me estoy muriendo.
Pájaros distintos en los suelos
de unos parques que engendraron
pavimentos de otros tiempos.
No, yo no sigo sendas de estos suelos
que taparon mis momentos,
cuando yo era solo un signo
que me abría a mis designios.

lunes, 15 de mayo de 2017

Escribirá el vacío

Lo que ahora no escriba
quedará en el silencio.
Lo que no acierte a imaginar
no encontrará trasvase
hacia otra mente urdidora
de resquicios de placer.
Si ahora no escribo (ni mañana
ni otra vez que haya motivo), entonces
escribirá el vacío.

viernes, 5 de mayo de 2017

He visto

He visto a los pájaros turbar su timidez
hace un rato
con la tromba de agua que arreciaba.
Sus alas robaban al viento tozudez
y toda rama era señuelo
de cobijo,
sin pizca de merced.

domingo, 30 de abril de 2017

Un dolor antiguo

Todavía perdura un dolor antiguo,
como de décadas,
un malestar que no se acaba de interiorizar, siquiera,
aunque quede claro que va contra tu propio estado
que requiere —más bien—algún mimo de grandezas adquiridas.

Esa pulsión antigua manifiesta oquedades
que se agrandan con la edad y sus metales.
Cada edad tiene su timbre que percute en los oídos,
siempre atentos al runrún del ir dejando
despacito
nuestros gritos.

Desde dónde viene

¿Desde dónde viene la paz con sus andares
que trastabillea siempre
si creo que la alcanzo?

¿Desde cuándo abarca su quietud
la impronta que nos vamos dando?

¡Anda, ven un rato,
anda a ratos,
guarda restos
del profundo trato!

¿Hacia dónde giro
si la quiero tanto?

martes, 25 de abril de 2017

Y caes

Y caes,
mas brillas,
acaso hasta chilles
con voz que te entregue
a los pocos suspiros que alivien.

sábado, 22 de abril de 2017

En una plaza unos niños

En una plaza unos niños:
gritan,
puja el aire más bien limpio,
lindo
y el viento se comporta estricto,
sin su permiso.
Y el aire contiene ayes
—era su juego—
de potencia casi altiva.
En una plaza siendo niños
—ya con suspiros—
dejamos viva nuestra intriga.

jueves, 20 de abril de 2017

Antes de nacer

Por eso me salen los dientes antes de nacer
porque sé que cada instante no es ni antes
ni después, porque entiendo que la noche
encierra su día en su ser,
donde otra vez nacemos a su bien,
y el momento es el pupitre
para aprender otra vez.
Nacer cada
vez.

sábado, 25 de marzo de 2017

Polvo que nos viene

También sé de polvorientas manchas
por los rostros de la gente;
polvo que nos viene.

La tarde callada y quieta

(Una evocación de Antonio Machado)

Siempre la tarde callada y quieta
junto a los álamos de la rivera.

Dicen que tienes nombre

Dicen que tienes nombre
como si fueras el dueño
de los sentidos que tiene.
Todos te llaman algo
como si fuera tu ser.
Sabes  que te sostienen
colgado del que te den.
Quiere ser una seña
de que en la tierra te ves,
mas nunca puede tener
toda ilusión que te des.

domingo, 19 de marzo de 2017

Suspiro sagrado

Me quedo aquí sentado en pleno domingo,
desparramando el tiempo
por esos segundos de apego.
Y después de que se agoten todos
volveré a creer en su escudo
de día maduro, como ha de ser la espera,
una sucesión de intentos que sepan guardar los estados
de plena quimera. Así nos trata el tiempo,
colgados de toda su terca sentencia.
Y cuando sea extinto —el domingo—
crecerán las lonas que, en parte,
oculten los labios que el tiempo te ofrece
para rozar tu frente y dejarte anhelando
su paso —suspiro sagrado—.

sábado, 18 de marzo de 2017

Los poetas

Hoy deben estar dormidos los poetas
—digo—; no perciben el color de los motivos.
Todo el aire se ha llenado de una suerte
de suspiros, rellenando los vacíos.

Más bien creo que todos los poetas quieren
embriagarse con las notas discordantes
que en el aire se lamentan
de la ausencia de poetas que las capten.
Hoy deben estar alerta las maneras.

Su suelo

                                                                             (Estos días azules y este sol de la infancia)

                                                                              Antonio Machado

(Nunca perdáis contacto con el suelo,
porque solo así tendréis una idea
aproximada de vuestra estatura)

Antonio Machado


El suelo, su suelo,
andado en reparos de guerra.
El suelo, su tumba,
la tierra que azul no lo cubre.
Azules los patios, su infancia.

jueves, 23 de febrero de 2017

Un matiz de los encantos

Hay quietudes que embellecen los espacios,
tan callados
que el color será un matiz
de los encantos.

martes, 21 de febrero de 2017

La charca

Han venido los mosquitos a la charca,
a mostrar su habla.
Hablan con sus alas.
Dicen que los hielos son palabras del invierno,
que se marcha.

domingo, 12 de febrero de 2017

El invisible afán de las presiones

Aquí sopla el viento en las aristas,
por las calles, que no existen sin esquinas;
sopla fuerte en los aleros, en las altas chimeneas
y en la puerta que nos cruje sus momentos
más dolientes. Sopla el invisible afán de las presiones.
Crujen las puertas, silban los salientes…
y en tanto la inquietud sube sus tintes.
Es un enemigo incierto que se evade,
no sin antes desquiciarte.
Pero manda él sin que lo aplaques.
Aquí lleva tiempo enloqueciendo los instantes.

lunes, 6 de febrero de 2017

Y qué hacer

Y qué hacer con el amor
cuando uno muera.
Dónde cabrá su sustancia,
su etéreo ya querer vagar.
A quién contarle que era cierto
que no se podía dar más.
Qué voy a hacer ahora
que aún se puede contener.
Y qué hacer con el amor
cuando ni duela
ni se pueda ya expandir porque uno muera.

domingo, 5 de febrero de 2017

Todo me acerca a ellas

Noté que hace ya un tiempo desapareciste entera.
Ni tus ojos ni tu brisa se esparcían por el ancho de mi vida.
Noté que los vacíos eran todo mi vestido.
Un atuendo de chiquillo enfebrecido
por la rabia de no hallar que tu sendero
se entremezcle con mi rastro equidistante entre la fe que te contempla
y una puerta a la inclemencia venidera.
Hallé que tus zapatos eran sombra entre los suelos desprovistos,
aplicados a otros roces insensibles,
al pisar de unas miradas que transcurren
entre nubes acechantes de un olvido.
Nada me une a ellas, a las miradas sin tierra,
salvo uno o dos destellos que por ínfimos momentos
me consientan el creer hasta que has vuelto
a pisar las losas bellas
que por antaño solías.
Todo me acerca a ellas.

domingo, 22 de enero de 2017

He visto a los pájaros soñar

He visto a los pájaros soñar,
probablemente, nada en especial.
simplemente se apostaban en las ramas
y no querían volar.
Era tarde y nada más.
Quizás lo gris que encapota les estaba influenciando.
Digo yo que soñarían, sin importarles el mar,
tan lejano que es imposible saber si sus alas quieren llegar hasta allá.
Todos en el mismo espacio, ¿Por qué les da por soñar?
Tan callados, y tan quietos, que lo más normal es que estuvieran enzarzados
en su vuelo imaginario, toda vez que ya las luces
se empezaban a apagar. Digo yo que tantas horas
que así se van a pasar las querrán para soñar.



He visto unos pájaros a lo lejos, todos en la misma zona ramosa del árbol,
Supongo que cuestión de evitar el viento.
Todos agrupados, extrañamente quedos, algo antes de perder la luz solar.
He intentado reproducirlos (qué naíf; qué le voy a hacer).

domingo, 8 de enero de 2017

Que por las noches nos mecen

Hoy quiero hablar de la estructura molecular
de algunos sueños.
De tal manera nos parece ver la gloria –a veces-
que diría son materia algunos sueños
de partículas finísimas de una esencia cósmica agrupada
en torno a nuestras ansias que se expanden.
Diminutas partículas de asombro que se eleva
agrupando la ilusión que nos contiene.
Hoy quiero hablar del peso atómico del sueño que entretiene
los instantes descompuestos de la noche,
cuando estamos incrustados en los tramos tan livianos
que no pesan sino el propio desarrollo –retirada la inquietud
que nos agobie- de la imagen que los sueños nos ofrecen.
Quede fuera la estructura mineral que nos pudiera –en cierto modo-
rasguñar las intenciones.
Hoy les quiero hablar de las sustancias que contienen nuestros sueños,
y, debido a que volátiles parecen, casi no alcanzamos a sentir
el peso de esos posos recurrentes que por las noches nos mecen.

domingo, 1 de enero de 2017

Su silencio

Ha guardado su silencio la mañana.
Ajena a toda algarabía, ha dispuesto que siguieran
los procesos que le atañen, con su alba tan serena,
por si acaso, por si vuelven otra vez los ruidos raros
y le rompen su cuidado.