Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







domingo, 22 de enero de 2017

He visto a los pájaros soñar

He visto a los pájaros soñar,
probablemente, nada en especial.
simplemente se apostaban en las ramas
y no querían volar.
Era tarde y nada más.
Quizás lo gris que encapota les estaba influenciando.
Digo yo que soñarían, sin importarles el mar,
tan lejano que es imposible saber si sus alas quieren llegar hasta allá.
Todos en el mismo espacio, ¿Por qué les da por soñar?
Tan callados, y tan quietos, que lo más normal es que estuvieran enzarzados
en su vuelo imaginario, toda vez que ya las luces
se empezaban a apagar. Digo yo que tantas horas
que así se van a pasar las querrán para soñar.



He visto unos pájaros a lo lejos, todos en la misma zona ramosa del árbol,
Supongo que cuestión de evitar el viento.
Todos agrupados, extrañamente quedos, algo antes de perder la luz solar.
He intentado reproducirlos (qué naíf; qué le voy a hacer).

domingo, 8 de enero de 2017

Que por las noches nos mecen

Hoy quiero hablar de la estructura molecular
de algunos sueños.
De tal manera nos parece ver la gloria –a veces-
que diría son materia algunos sueños
de partículas finísimas de una esencia cósmica agrupada
en torno a nuestras ansias que se expanden.
Diminutas partículas de asombro que se eleva
agrupando la ilusión que nos contiene.
Hoy quiero hablar del peso atómico del sueño que entretiene
los instantes descompuestos de la noche,
cuando estamos incrustados en los tramos tan livianos
que no pesan sino el propio desarrollo –retirada la inquietud
que nos agobie- de la imagen que los sueños nos ofrecen.
Quede fuera la estructura mineral que nos pudiera –en cierto modo-
rasguñar las intenciones.
Hoy les quiero hablar de las sustancias que contienen nuestros sueños,
y, debido a que volátiles parecen, casi no alcanzamos a sentir
el peso de esos posos recurrentes que por las noches nos mecen.

domingo, 1 de enero de 2017

Su silencio

Ha guardado su silencio la mañana.
Ajena a toda algarabía, ha dispuesto que siguieran
los procesos que le atañen, con su alba tan serena,
por si acaso, por si vuelven otra vez los ruidos raros
y le rompen su cuidado.