Hay unas inquietas patas de correr,
otras, clavadas, hincadas como varas
que fijaran su intención en cada suelo,
firme, señero, guardando la memoria
de otros pies que ya se fueron.
También clavan las piernas
su memoria equilibrada.
Entre piernas y patas
se va la mirada
y la suave intención de que corra la calma
y siempre el deseo de ver en el suelo
que cunda la marca.
Patas, piernas como patas;
patas como patas;
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