Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







martes, 24 de octubre de 2017

Tanto como merece

Hoy tendré que apenar por mis impulsos
y callar,
después de soltar palabras
que juraban lealtad a los intentos
por decir algo cabal.

Hoy tendré que denegar presencias
en el aire.
Tanto prescribir lo dicho de uno mismo
y su torpe despertar,
y su idiota nimiedad…

Mas puedo seguir hablando, escribiendo
y dejar la conclusión para más tarde,
para un tiempo ya exigente
que me lleve a desazones —como esta—
no más que por oír y verme
en el nuevo trance de seguir.

Hoy tendré que concluir
si el silencio me compete tanto como merece.

domingo, 22 de octubre de 2017

El domingo tiene pinta

El domingo tiene pinta
de galán de la semana
recostado en el diván del calendario,
pensativo, con la pose de atraer siempre a los mismos,
a cualquiera en desvarío
que amenace con las ganas de amarrarse en el vacío.
Le dirán que es pasajero,
que la pinta de sentirse interesante es más que tuna,
más que nada una canción
silbada por encima de los dorsos
de otros días,
infestados del quehacer que no se planta
a la sombra del domingo pesaroso y engreído,
recostado en sus maneras
somnolientas
descaradas
y tramposas:
sabe bien que se degradarán sus miras.

sábado, 21 de octubre de 2017

El propio párpado nocturno cierra

El propio párpado nocturno
cierra
el velado intento de las luces
tiernas
por tensar las fuerzas
de tendencia
clara.

domingo, 15 de octubre de 2017

Todos huimos

(Hoy por el camino los pájaros se alborotaban por los ruidos de los tiros. Todos estábamos expuestos)

Todos huimos, por el ancho suelo,
de los desencuentros.
Todos marchamos con la herida dentro,
y aquí el que se queda quieto, ya sabemos,
casi que está muerto.

Hay una búsqueda pendiente,
un renglón por rellenar,
un llegar hasta la orilla como espuma
y tocar la suavidad de la arena apelmazada,
quieta, siempre por despertar,
y mojar los arenales con la espuma del vagar.

Cada vez más honda

El tiempo escarba, cada vez más
honda, una madriguera
en mis adentros: recogimiento.

viernes, 13 de octubre de 2017

Gritando con colores

Para qué decir lamentos
con los gritos que se escapen
a ese aire ceniciento,
para qué insistir en ello
si gritando con colores
se traslucen
los delicados momentos.

domingo, 8 de octubre de 2017

Paliza de sol

Eppur si mouve, Galileo Galilei
(Ante una verdadera paliza de sol por un instante)

Cómo me abofetea el sol en la mejilla
con esa inclinación que adopta,
lejos ya de los dominios encendidos
del solsticio.

Cómo me reconforta estar vencido en la pelea,
sometido ante sus rayos, más bien tímidos que altivos.
Y sin dejar de ser un reo ante su embate, noto

cómo se descompone al fin este momento
de feliz paliza que me anima.

Cómo se desparrama ahora ese hatillo de los rayos
por el ancho de los ángulos que ignoro.
Ya se fue con su pelea y me ha dejado en desconsuelo.

Cómo fueron sus tenazas adheridas a mi pómulo anhelante.

Cómo añoro lo que fuera un decorado por mi rostro,
cada vez más pedigüeño
de esa especie de agresión tan excelente.

Es lánguido el caer en la desidia

Es lánguido el caer en la desidia
sin amparo
en un domingo esplendoroso
que transita hacia su ocaso.

Pasa el domingo
con su tafetán de sedas y agrado,
gasa que aspiro;
vuelo dormido.

Pasa
como el suave atardecer de cada instante.



lunes, 2 de octubre de 2017

No vuelvas al mañana

No vuelvas al mañana
si te agobia entretener el todavía.
No estires la semana
si en el aire apenas se respira
la subida adusta
de este día.
No empeñes los matices áureos que te excitan
por el blanco níveo del vacío.
Quédate a vivir estos instantes
como si estuvieran prestos
a dejarse envenenar
en el momento,
y la cita fuera irreversible.



Esta es mi casa

Esta es mi casa; estoy doliente
por no quedarme en ella
y alargar la espera
de volver a verla.
Esta es mi casa con pared de arena
y no puede retenerme
cuando el viento es sombra
que puebla las horas
y sopla corazas
que lento desgasta.
Esta es mi casa, mas al fin, no tendré casa
cuando la coraza sea solo escarcha
sea solo hielos, sin calor interno.
No te desprendas,
arena que aguantas
esta morada;
inquieta está el alma.