Vicente Javier-F

GRACIAS POR ENTRAR EN ESTE TROCITO DE MUNDO PARTICULAR, POR AYUDARME A BUSCAR ESE MOMENTO DE PLACIDEZ. A VECES NOS LLEGA SINTIENDO LO BELLO, LO SUAVE Y SERENO. LO MISMO TE OCURREN LOS SALTOS DE ASOMBRO. LA VISTA LO APRECIA Y LO BUSCA INCESANTE.







GRACIAS DE NUEVO AL LEER LO QUE ESCRIBO. LO MISMO OS DIGO POR VER LO QUE VI.







viernes, 24 de noviembre de 2017

Con las lunas encogidas

Con las lunas encogidas
por una mirada antigua,
por una retina a punto
de someterse a un río
de lavadas impresiones.
Lágrimas en lunas frías
como rogando al cielo
de tanta sobrada noche
estelas de aquellos soles
que los recuerdas vencidos.
Ahora los sueñas densos
cuando sus hilos conforman
caricias que apenas rozan,
suspiros que apenas miman
tus sentimientos forrados
de abrigo de piel de estío.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Por las gotas de la nube y de las plantas de esos pies sin esperanza

Ahora, al bajar de aquella nube densa y blanca,
no siento mi pisada clara
sino ambigua entre los suelos
que administran pataleos,
cuando no revueltos miedos saltarines,
ocultando su delirio entre las piernas
que amenazan duelos, fiebres por las calles,
por las mismas que fundaran otros seres
con heridas implacables
en sus manos,
en sus frentes,
en cada bocanada de un oxígeno turbado
que aspiraran por lo oculto en la deriva semiarmada
entre la gente.

Ahora, excuso recordarlo y ponga pie aunque sea esquivo,
ponga pie meditabundo
en el suelo casi blanco
por las gotas de la nube y de las plantas
de esos pies sin esperanza.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Volverás a la noche

Volverás a la noche
como vuelven los zumbidos al oído
a gritarte que la noche es todo un manto
recubriendo los dominios desasidos de la luz.

Todavía caeremos en las horas densas
como brea que te pega a los pigmentos impulsivos
del negruzco discurrir.

Todavía seguiremos casi a oscuras,
sin saber si nuestros pasos
serán huella sobre tierra en la tiniebla.

Dormir las horas —también de día—
para no dejar resquicio que te agrave el abandono.
Levemente despertar para sentarse al borde
de ese oscuro precipicio que confunde a los dolientes,
que confunde oscuridad con el mismísimo semblante
de la nada.

Adoradores del otoño, solo veo un párpado cansado
que se baja.
Adoradores de las horas casi a tientas que nos quedan
entre todas las auroras,
quema la oscuridad que vuela
y vuela,
y apenas descubre los días,
que duermen pegados al sueño de un día que sea volar
de las horas cualquiera.

Se sienten oscuras las calmas,
sin un soplar de luz que abrume
a esa cama de la luna.

La noche es ya clausura,
como celda de los ojos
de la vida.



martes, 7 de noviembre de 2017

Haremos recado al sol

Haremos recado al sol:
quedaremos sometidos
al color
de su pasión.

La nube será la lona
que nos tape
del fulgor.

Las gotas…
Las gotas harán cosquillas
a la dermis que proteja
nuestro don.

¿Y luego?
Y luego
vendrá el pavor
cuando ya solo nos queden
sarpullidos del frescor.

¿Y luego?
Y luego
que salga el sol.


viernes, 3 de noviembre de 2017

El viento es aliado del meneo

El viento es aliado del meneo,
no hay nada más que ver
todas esas hojas saltarinas,
en un vaivén tan caprichoso
como amargo el desenlace
que ya ven por las cunetas,
o en las cavas,
o en los charcos
cuando venga por detrás el salpicar
de las lloviznas o el crujir
del aguacero.
No hay nada más que ver su peso enloquecido.