La niebla estaba por el río
y ha subido,
como suben los temores a la noche.
Has temido cada noche
porque crecen los puñales de lo oscuro
y te punzan
en sus horas trasojadas
que confunden las materias
con las almas que se esconden
entre sábanas
y olvidos.
Has temido las carencias
como temes las palabras
sin destino.
Ha subido ya la niebla
y se ocultan
las palabras